domingo, septiembre 14, 2008

Conspiración - Secuencia 12

(VIENE DEL POST ANTERIOR)

I/E. COCHE DE ALQUILER - DIA
Ya está atardeciendo, con lo cual LA LUZ ya ES DÉBIL. Luis está metiendo todos los papeles apresuradamente en el sobre de Mohamed Torres.

LUIS
(Apurado, dándole el sobre a Mari Paz)
Toma. Voy a dar la vuelta al coche. Mira a ver si la Provincial esta, o la Providencial, o como se llame, tiene un buzón y lo dejas ahí.

MARI PAZ
(Hace caso, está seria. Sale ya del coche)
Vale. A ver dónde lo puedo dejar.
LUIS
(Arrancando y preparado para hacer la maniobra)
O lo metes por debajo de la puerta. Nos vamos, esto no es asunto nuestro.

EXT. FRENTE A LIMPIEZAS LA PROVIDENCIAL - DIA
La luz del atardecer va dominando la calle, el sol está prácticamente terminando de ponerse. Mari Paz cruza y va hacia la puerta de Limpiezas La Providencial con el sobre en la mano. El coche y Luis haciendo maniobra salen de plano. En la puerta principal, por más que mira, no ve dónde meter el sobre. Se agacha a ver si por debajo de la puerta, pero no hay espacio. Como está justo al lado de la esquina, mira por el callejón y se mete por él.

EXT. CALLEJÓN LATERAL LIMPIEZAS LA PROVIDENCIAL - NOCHE
Mari Paz encuentra otra puerta en el callejón que parece que también da al interior de Limpiezas La Providencial. Está bastante oscuro, pero se acerca y observa que esta puerta tiene a media altura como una ranura para echar las cartas.

Acerca el sobre a la ranura-buzón para tantear el tamaño y ve que, aunque el sobre es grande, cabe por la ranura. Está metiéndolo, cuando ¡DE REPENTE! la puerta se abre y salen dos hombres vestidos de traje oscuro, uno de ellos pistola en mano, que la agarran a la fuerza y la meten para adentro de un gran empujón.

Mari Paz GRITA, pero es inútil. En una fracción de segundo la puerta se cierra con un violento portazo y en el callejón no hay nada, ni nadie.

INT. LIMPIEZAS LA PROVIDENCIAL - NOCHE
Mari Paz está sentada en una silla en una especie de sala más o menos diáfana, con muy poco mobiliario, un par de sillas más, una mesa y una tenue luz de una bombilla que cuelga del techo. Las paredes están desconchadas. Hay cuatro personas a su alrededor, tres están de pie, de los cuales dos están en mangas de camisa (con corbata) y se les ve la funda sobaquera de su arma. Otro está con una cazadora de cuero puesta. El cuarto está sentado en una silla, y lo reconocemos: es Ángel Castroviejo, el agente del CNI. Todos son agentes del CNI. Ángel está serio y callado, mientras los otros tres bombardean a Mari Paz a preguntas. Ella tiene cara a la vez de hastiada y de cabreada.

AGENTE CNI 1
(Apoyándose con las dos manos en la mesa que está cerca de Mari Paz)
Pero, vamos a ver, ¿se puede saber quién es usted?
AGENTE CNI 2
¿Qué hacía ahí fuera delante de este local?
AGENTE CNI 3
¿Y de dónde ha sacado el sobre que tenía en la mano?

Las preguntas se suceden tan rápidamente que Mari Paz no contesta a ninguna de ellas.

MARI PAZ
(Cabreada)
Miren, esto es absurdo, absurdo, absurdo.
AGENTE CNI 2
Señorita, lo único absurdo que hay aquí es su presencia. Y que tuviera ese sobre en sus manos. ¿Nos lo va a contar?
AGENTE CNI 1
(El más exaltado)
¡Pero es que va a decir algo o qué! O nos va a contar otra vez esa historia de que su papá está ahí fuera esperándola...
MARI PAZ
(Con genio y cortándolo)
Miren, no sé quiénes son ustedes, no les importa en absoluto qué hacía ahí fuera y menos les importa por qué tenía ese sobre en mi mano.
ANGEL
(Muy suave)
El sobre venía dirigido a nosotros, ¿recuerda? Algo nos tiene que importar, ¿no le parece, señorita?
MARI PAZ
(Cansada)
Oh... Miren, es cierto que mi padre está ahí fuera, a no más de 50 metros, en un coche de color gris. Está esperándome. Les digo la verdad.

AGENTE CNI 2
¿Y por qué va a ser verdad eso? Si ni siquiera nos ha dicho quién es usted ni qué hacía aquí. ¿Por qué no tiene documentación encima, eh, por qué?
MARI PAZ
(Más cansada)
He dejado mi bolso en el coche... En el coche en el que está mi padre, ahí fuera... Mi padre les podrá explicar todo.

Ángel, ante el abatimiento de Mari Paz y la insistencia en lo del coche toca en el brazo al agente de la cazadora y le hace una seña para que vaya fuera a mirar. El agente de la cazadora obedece inmediatamente y sale de plano.

ANGEL
(Suave y educado, hablando con lentitud)
Mire, señorita, no nos está ayudando usted nada. Viene con un sobre en la mano, dirigido a nosotros, y se niega usted a explicar nada. Está indocumentada. No nos dice quién es. En fin. Todo esto es...

SE OYE la puerta de la calle cerrarse, interrumpiendo a Ángel, que mira hacia atrás. Entra en plano el agente de la cazadora. Todos lo miran con interés, excepto Mari Paz, con cara de confiada. Trae el bolso de Mari Paz.

AGENTE CNI 3
Nada de nada. No hay coche, ni padre, ni nada. Lo único que he encontrado, sobre un banco de la calle, es este bolso. ¿Es suyo, señorita?

MARI PAZ
(Con cara de quedarse helada, absolutamente incrédula)
No puede ser, ¡no puede ser! ¿Cómo que no está ahí fuera? Lo dejé dándole la vuelta al coche para marcharnos...
(Se para un rato y de pronto se pone súbitamente histérica)
¡¿Qué le han hecho a mi padre?! ¿Qué le han hecho?
(Rendida, va bajando la voz hasta casi un susurro y no termina la frase)
¿Qué le han hech...?

ANGEL
Mire, señorita, es necesario que nos diga la verdad. No es necesario que se complique la vida innecesariamen...
MARI PAZ
(Cortándole y gritando al que vino de la calle)
¡Y deme mi bolso!

El agente espera una instrucción de Ángel, quien asiente con la cabeza. Le da el bolso a Mari Paz.

MARI PAZ
(Abatida)
El bolso estaba en el coche. Pero, ¿dónde está mi padre?

ANGEL
(Suavemente, para tranquilizarla)
No sabemos dónde está su padre, señorita. A lo mejor podemos ayudarla, pero para ello debería empezar a colaborar. ¿Por qué no nos dice de dónde ha sacado el sobre que intentaba meter en nuestro buzón?
MARI PAZ
(Exasperada)
Ooohh, dios! ¡El maldito sobre! Se lo dio a mi padre un tal Mohamed Torres esta mañana. ¿Contento? Eso es todo, de ahí lo saqué. Mi padre lo tenía.

Tras esa frase de Mari Paz, se hace un silencio en el que todos se miran unos a otros, excepto Ángel que está fijo en ella, pensativo.

Transcurridos unos segundos en silencio, Ángel se dirige de nuevo a Mari Paz.

ANGEL
¿Me permite una pregunta?
Mari Paz le mira fijamente, sin decir nada, expectante.
ANGEL
¿Su padre se llama Luis Álvarez?

CORTE A:

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