martes, enero 15, 2008

El contraataque - Secuencia 20

(VIENE DEL POST ANTERIOR)

INT. DESPACHO DE VÍCTOR - DÍA
Víctor está en su despacho, frente a su ordenador con pantalla panorámica con altavoces integrados. NO LO VEMOS, pero está haciendo algo con él.

VÍCTOR
(Murmurando para sí)
A ver... Sonidos y efectos especiales... Esto es.

Víctor saca su móvil y marca un número.

PRESIDENTE
(OFF, sonido telefónico)
¿Dígame?
VÍCTOR
Escucha atentamente y no me interrumpas... Mira, te hago caso en todo, excepto en una cosa... A la cárcel no voy a ir... Estoy en el aeropuerto...

Entonces hace un clic, acerca el móvil al monitor y empiezan a salir de los altavoces RUIDOS de megafonía de aeropuerto, de aviones, gente, etc...

VÍCTOR
Una vez firmada Telefónica, me voy. Te dejo en mi despacho la concesión del divorcio firmada; dos sacas del robo; las llaves del todoterreno, que está abajo en mi plaza; y lo mejor: una cita concertada con el cerebro de la operación, para que te des el gustazo de entregarlo a tus poderosos amigotes.

PRESIDENTE
¿Qué te hace pensar que esa cita me interesa, pedazo de cabrón?

VÍCTOR
A mí me la trae floja, las medallas son para ti. Esta noche, a la 1:00, te he dejado en un papelito el sitio exacto. El cerebro estará esperando a un correo que no conoce, pero sabe que se bajará del todoterreno con dos sacas. ¿Lo estás cogiendo?

El Presidente no dice nada.

VÍCTOR
No te asustes, el tipo irá camuflado con un uniforme de vigilante de seguridad. Ah, y no jodas el precinto de las sacas, que será lo primero que chequee. Y tiene muy mala hostia.

Sigue habiendo silencio al otro lado.

VÍCTOR
Te mandaré una postal desde Bermudas, papuchi.

Víctor cuelga. Después repasa lo que está en su despacho: sacas, llaves, papelito, etc...Víctor sale zumbando antes de que llegue el Presidente.

INT. BAR CERCA DEL CARREFOUR - DÍA
El segurata está esperando en la mesa. Aurelio entra con las otras dos sacas en la mano, atascándose en la puerta. El segurata que lo ve, va hacia allá intentando disimular.

JULIO EL SEGURATA
(Hablando bajito)
Pero disimula, pedazo de bobo. ¿A dónde vas con las sacas?
AURELIO
Son solo dos. Ahora te explico.

Aurelio consigue llegar a la mesa. Se sientan y llega el camarero.

AURELIO
Un zumo de tomate.

El camarero se va.

AURELIO
Julio, estoy muy arrepentido. Por eso te traigo la pasta de dos de las sacas. Es que el resto lo tiene el cerebro.
JULIO EL SEGURATA
Si ya sabía yo que tú, cerebro, lo que se dice cerebro...

AURELIO
El tema es que el cerebro espera a un correo vestido de vigilante jurado con estas dos sacas.
JULIO EL SEGURATA
¿Cómo?
AURELIO
Sí, esta noche a la 1:00 en el aparcamiento del Carrefour. ¿Te das cuenta?

JULIO EL SEGURATA
(Se le pone cara de ambicioso)
Dame más detalles.
AURELIO
El cerebro llegará en un todoterreno a recoger estas dos sacas, que le entregará el falso vigilante.
JULIO EL SEGURATA
¿Cómo sé que no me engañas?

En ese momento, llega el camarero con el zumo de tomate, dejando el frasco cerrado en la mesa. Aurelio lo coge y le cuesta trabajo abrirlo, hace fuerza y hace fuerza y de golpe se le abre, cayéndole todo el zumo al segurata.

AURELIO
Lo-lo siento, ¿qué me habías preguntado?

El segurata tiene la cara chorreando tomate.

JULIO EL SEGURATA
Déjalo...

Aurelio se levanta, se saca el pañuelo del bolsillo y empieza a secarle la cara al segurata.

AURELIO
Deja que te seque...

Un gran moco aparece colgando del flequillo del segurata.

JULIO EL SEGURATA
¡Quita, quita!

El segurata se queda con el moco colgando, se levanta y coge las sacas.

AURELIO
No desprecintes las sacas que el cerebro es muy agudo. Lo mirará.
JULIO EL SEGURATA
(Agresivo)
Sé donde vives, como me hayas liado iré a por ti.

Le da con un dedo en el pecho a Aurelio, que se siente intimidado y se marcha mirando atrás de vez en cuando, coincidiendo que al llegar a la puerta, mira atrás y ve al segurata que le hace el gesto de los dedos en sus ojos y luego apuntándole a él. Aurelio se estremece y se da con la puerta en las narices. Finalmente, sale.

El segurata se echa el flequillo para atrás y se encuentra con el moco, lo mira.

JULIO EL SEGURATA
Pero, ¿qué hostias?...

Sacude su mano. El camarero lo ve.

CAMARERO
¡Oiga, no me manche el suelo!

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