INT. DESPACHO DEL PRESIDENTE DE MOQUEXTRA - DÍA
Víctor está sentado y el Presidente de pie, mirando por la ventana los techos de Madrid. Están un rato en silencio.
VÍCTOR
(Rompiendo el hielo)
Bueno, hombre, bueno.
Otro rato en silencio.
VÍCTOR
Bien, hombre, bien.
Otro rato más.
VÍCTOR
Vaya, hombre, vaya.
El Presidente, sin mirarle, se dirige a Víctor.
PRESIDENTE
¿Quiere tomar algo, Valiente?
VÍCTOR
No me vendría mal una copita del brandy ese gran reserva 25 años que tiene por ahí.
El Presidente se da la vuelta, mirándole fijamente.
PRESIDENTE
Eres un hijo de puta.
VÍCTOR
¿Cómo dice?
PRESIDENTE
No se bebe cuando se está trabajando en mi compañía.
VÍCTOR
Ah, pues nada, no bebemos.
PRESIDENTE
Lo peor no es que seas un hijo de puta, es que eres un ladrón.
VÍCTOR
Está usted faltón, ¿eh?
PRESIDENTE
¿Hablamos de todos tus pagos en dinero negro?
VÍCTOR
No sé de qué me habla.
PRESIDENTE
Son muchos años, aprendiz de mierda, se conoce a mucha gente en mi posición. Se me deben muchos favores.
Víctor encoge los hombros y pone gesto de no saber nada.
PRESIDENTE
¿Quieres que te hable del casco y del mono negros que tienes guardados en el sótano?
Víctor ni se inmuta.
PRESIDENTE
¿O prefieres que hablemos de las armas de pega andorranas?
Víctor empieza a sudar en frío.
PRESIDENTE
¿O hablamos del todoterreno y sus nuevas matrículas?
Víctor se queda helado, pero no dice nada de nada. Se queda mudo. En ese momento SUENA su móvil (PAQUITO EL CHOCOLATERO), y lo descuelga en un movimiento automático, sin decir nada.
AURELIO
(OFF, sonido telefónico, muy nervioso)
¿Víctor? Soy Aurelio. El segurata me ha descubierto.
Víctor aparenta frialdad.
VÍCTOR
No es el momento, te llamo yo.
Y cuelga.
PRESIDENTE
¿Qué, escoria, tu cómplice? Porque tú no tienes cerebro para hacerlo tú solo, lo tengo claro.
VÍCTOR
Nada de eso, es una amiga.
PRESIDENTE
Con la que le pondrás los cuernos a mi hija, pedazo de cabrón.
VÍCTOR
(Irónico)
A ver cómo se lo explico...
PRESIDENTE
(Cabreado)
Mira, pedazo de mierda, te voy a hundir. Vas a divorciarte de mi hija, después vas a confesar y vas a ir a la puta cárcel.
En ese momento, SUENA el interfono del Presidente. Éste, cabreado, pulsa de un golpe, el botón.
PRESIDENTE
¡¿No he dicho que no me moleste?!
SECRETARIA PRESIDENTE
(OFF, sonido telefónico)
Señor, es el Presidente de Telefónica.
PRESIDENTE
¡No estoy!
SECRETARIA PRESIDENTE
No, que pregunta por el señor Valiente.
PRESIDENTE
¡Ese hijo de puta tampoco está!
SECRETARIA PRESIDENTE
Pe-perdóneme, pero es que dice que es para cerrar la firma del pedido de 10 millones de euros.
Silencio un rato. Víctor (sin hacer ruido) hace el gesto de ¡Toma! de Fernando Alonso.
PRESIDENTE
¿Cómo dice?
SECRETARIA PRESIDENTE
La moqueta de todas las sedes de Telefónica, señor,... del mundo.
Víctor ya se ha levantado.
PRESIDENTE
(Apaciguado)
Páseme...
SUENA el teléfono del Presidente. Descuelga.
PRESIDENTE
¿Hola? ¡Cómo estás!, ¡qué gusto en saludarte! Oye, perdóname un segundo...
El Presidente pone la llamada en espera. Va a decir algo, pero Víctor, que ya se está yendo, habla antes.
VÍCTOR
Un par de días sí que tengo, ¿no?
Tiene una sonrisa de oreja a oreja y se va del despacho.
INT. ESCALERAS DE MOQUEXTRA - DÍA
Víctor baja disparado hacia su sitio. Mientras, coge su móvil y llama inmediatamente a Aurelio.
VÍCTOR
¡Aure! ¿Dónde estás?
AURELIO
(OFF, sonido telefónico)
Pu-pues a punto de ver al tipo.
VÍCTOR
Escúchame bien: no confieses nada. Y pídele dos días.
AURELIO
¿Diez días? ¿Tantos?
VÍCTOR
Dos, joder, dos: uno y dos.
EXT. ALREDEDORES DEL CARREFOUR - DÍA
Lucía va caminando delante de Aurelio y entra ya en el bar. Aurelio va hablando todavía con Víctor.
AURELIO
Dos, vale... Estoy cagado.
VÍCTOR
(OFF, sonido telefónico)
Yo también, pero échale huevos.
Aurelio tiene todavía el teléfono en la oreja cuando, siguiendo a Lucía, va a entrar en el bar. La puerta vuelve a su sitio con el muelle, tras soltarla Lucía, y LE DA UN GOLPE en el morro a Aurelio.
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