martes, febrero 24, 2009

Conspiración - Secuencia 18

(VIENE DEL POST ANTERIOR)

INT. ROCK HOTEL CASINO - NOCHE
El casino de Gibraltar está muy animado, con mucha gente jugando en las distintas mesas.
NOS ACERCAMOS a una de las ruletas. Mientras está mirando, la gente va haciendo sus apuestas, va a comenzar a girar la bola en la ruleta. El crupier canta el "no va más".
Al cabo de un rato entre los jugadores descubrimos a Ángel Castroviejo, quien, tranquilamente sentado, está haciendo sus apuestas.Desde donde Ángel está sentado se ve perfectamente la puerta del Casino, lugar hacia el que Ángel mira con cierta frecuencia.

INT. ROCK HOTEL CASINO - UN POCO MÁS TARDE
PUNTO DE VISTA DE ÁNGEL
En la puerta del Casino hay incesante actividad de gente que va y viene.

INT. ROCK HOTEL CASINO - UN POCO MÁS TARDE
Ángel sigue haciendo apuestas y mirando distraídamente hacia la puerta. En una de esas miradas, a Ángel le cambia la cara. Tiene una expresión de sorpresa mayúscula.

INT. ROCK HOTEL CASINO - UN POCO MÁS TARDE
PUNTO DE VISTA DE ÁNGEL
Vemos entrando al Casino a Mari Paz, la hija de Luis. Va como buscando a alguien.

INT. ROCK HOTEL CASINO - UN POCO MÁS TARDE
Ángel recoge sus fichas y se levanta rápidamente. Va hacia Mari Paz.

ANGEL
(Contrariado, pero sin levantar nada la voz)
¡Mari Paz! ¿Qué haces aquí? Deberías estar en tu hotel.
MARI PAZ
Ángel, es que no podía quedarme allí. Tengo miedo por mi padre. He pensado que si tú venías aquí era por algo relacionado con él...
ANGEL
(Tomándola del brazo y llevándola hacia fuera)
Sshhhh. Vamos fuera.

EXT. ROCK HOTEL CASINO - MÁS TARDE
Mari Paz y Ángel salen hasta una especie de mirador desde el que se ve toda la Bahía de Algeciras, con muchas luces de barcos, fábricas y casas en las distintas poblaciones.
MARI PAZ
Es impresionante la vista desde aquí...

ANGEL
Mari Paz, es peligroso que hayas venido a Gibraltar.
MARI PAZ
Pero no sé dónde está mi padre...
ANGEL
Yo no he venido aquí por tu padre, Mari Paz. No sé dónde está. Si lo supiera te lo hubiera dicho.
MARI PAZ
(Asustada)
Oh, Ángel, yo... Lo siento... Soy una estúpida... Pero es que... No sé qué la habrá podido pasar...
ANGEL
Tranquila, lo encontraremos...
MARI PAZ
(Rompiendo a llorar)
Tengo mucho miedo.
ANGEL
(La abraza suavemente)
Eh, no llores, no llores... Vamos, todo se arreglará...

Ángel se queda mirando sobre su hombro a la Bahía, mientras la abraza y ella solloza. Pasan un ratito en silencio. Sin separar la cabeza de su hombro, Mari Paz se dirige a Ángel.

MARI PAZ
Ángel...
ANGEL
¿Qué?

Mari Paz separa su cabeza y le mira a los ojos, sin dejar de abrazarse.

MARI PAZ
(Hace un profundo "sniff")
Yo...

Y Mari Paz le besa en los labios profundamente. El beso dura un rato, tras el cual, ella se separa, un poco cortada.

MARI PAZ
Lo siento, lo siento... Oh, me comporto como una quinceañera, estoy ridícula...
ANGEL
Oh, no, yo no diría eso. Estás guapísima.

Mari Paz va a decir algo, cuando de repente pone cara de crispación y señala a la espalda de Ángel.

MARI PAZ
¡Ángel, he visto algo moverse, ahí, en la sombra!
ANGEL
(Girándose sobresaltado, a la vez que se pone delante de ella para protegerla)
¿Qué? ¿Dónde?

Ambos permanecen quietos en silencio, mirando a la zona sombría donde Mari Paz ha creído ver algo. Pasa un instante. No se ve nada. Al rato, efectivamente, parece que algo se mueve en la sombra. Ambos se ponen muy tensos.

ANGEL
¿Quién anda ahí? Vamos, dé la cara; vamos desarmados.

Nadie contesta, aunque la sombra sigue moviéndose ligeramente. Parece alguien agachado. Un momento después el bulto sigue caminando y despacio sale a una zona de claro, justo delante de ellos. Es una gran mona de Gibraltar, con un bebé colgando de su espalda.
ANGEL
(Aliviado)
Vaya. Mira qué era.
MARI PAZ
(Sonriendo)
Una bonita escena familiar.

La mona les mira un rato y después pasa a su lado, obviándolos. Llega hasta el murete desde el que se ve la bahía, y se queda ahí, como admirando la vista. El bebé duerme.
ANGEL
(Espabilándose, mira a los lados y toma a Mari Paz del brazo)
No es seguro permanecer aquí. Mejor vamos al hotel.

CORTE A:

INT. ROCK HOTEL ESTANCIAS VARIADAS - NOCHE
Luis deambula por las distintas estancias públicas del hotel, tratando de encontrar por algún lado a Ángel. Su búsqueda es infructuosa.
Al llegar a la recepción ve un indicador que avisa de que el Casino está anexo al hotel y se dispone a ir hacia el casino.

INSERTO LETRERO CASINO

INT. ROCK HOTEL RECEPCIÓN - UN POCO MÁS TARDE
Cuando Luis se dispone a ir hacia el Casino, entran por la puerta principal los dos agentes gibraltareños que le secuestraron. Los tres se quedan cortados al encontrarse. Inmediatamente, Luis sale corriendo hacia las escaleras que van a los pisos superiores.

AGENTE MI-6 1
Tú vete al ascensor, al último piso, "and start going down". Yo le seguiré por las escaleras.
AGENTE MI-6 2
"All right".

Uno de ellos va en dirección a las escaleras y el otro al ascensor.

INT. ROCK HOTEL PASILLO PLANTA (SEGUNDA) - MÁS TARDE
Luis llega apurado a la segunda planta. Mira atrás. Se oyen pasos del agente que le persigue subiendo. Mira a ambos lados del pasillo. Ve salir de una habitación a un camarero del hotel. El camarero sale de espaldas, un poco encogido y sigiloso. Va a cerrar la puerta cuando Luis llega a su altura.

LUIS
Buenas noches.
CAMARERO ROCK HOTEL
(Asustándose y poniéndose recto; estira su uniforme, un poco arrugado)
Bu-buenas no-noches, señor.

El camarero sale en dirección a la escalera y se pierde por ella, mirando atrás antes de irse. Luis permanece al lado de la puerta. En cuanto el camarero se pierde por la escalera, Luis entra de un salto en la habitación, cuya puerta había quedado sin cerrar.

Justo en cuanto Luis entra, llega el agente gibraltareño al pasillo de la planta y ya no ve a nadie. Sigue subiendo escaleras hacia la tercera planta.

INT. ROCK HOTEL HABITACIÓN 277 - UN POCO MÁS TARDE
Luis cierra la puerta tras de sí. En la habitación están las luces encendidas y la cama está completamente deshecha. Hay ropa femenina por el suelo, incluyendo ropa interior. Parece que acaba de haber un gran asalto amoroso.
Luis permanece cerca de la puerta, tratando de escuchar si se oye algo por el pasillo. Tropieza sin querer con un vaso de champán que hay en el suelo. El ruido hace que alguien que está en el baño diga algo.

MUJER HABITACIÓN
(OFF)
¿No te has ido todavía? Lo siento, Chris, pero mi marido está a punto de subir del Casino. Debes irte.

Luis no dice nada. Se queda quieto. La voz se acerca a la puerta del baño.

MUJER HABITACIÓN
(OFF, pero acercándose)
Eres un vicioso, ahora debo darme una ducha y tú debes marchar...

La mujer se asoma a la puerta del baño mientras habla. Es una rubia guapísima, de unos cuarenta y tantos años, pero estupenda. Su nombre es ELISA. Sale desnuda, poniéndose un gorro de baño en la cabeza y mirando, por tanto, hacia abajo. Cuando acaba de ponérselo mira hacia arriba.

ELISA ...te.
(Anonadada, pero inmediatamente descarada)
¿Y usted quién es?
LUIS
(Asombradísimo por lo que ve)
Yo... Lo siento...
(No puede dejar de mirar)
No se alarme... Me marcho ahora mismo.
ELISA
Oiga, márchese inmediatamente de mi habitación... Y espabílese hombre, ¿nunca ha visto a una mujer desnuda?

Luis tapa primero sus ojos, y luego se da la vuelta.

LUIS
Ya me voy, ya me voy... Bueno, tengo que esperar un poquito, me buscan, ¿sabe? Creo que quieren matarme.

Ella coge una toalla del suelo y se la pone alrededor del cuerpo. Después se quita el gorro de ducha, probablemente inútil ahora. Suelta su melena con ese movimiento característico.

ELISA
No se incomode, hombre, no se incomode, ya estoy tapada... Así que matarle, ¿eh? Pues la verdad es que como lo encuentre aquí mi marido, ése si querrá matarle.
LUIS
(Con cara de circunstancias)
Ya. Un segundo, solo un segundo y ya me voy.

La puerta HACE RUIDO, parece que alguien está intentando abrirla, pero con mucha dificultad. Luis da un salto.

LUIS
(Hablando bajito)
¿Ve? Ya están aquí, deben haberme visto entrar.
ELISA
(Haciéndole una seña para que se calle y hablando también bajito)
Sshh. Escóndase por ahí.
(Señala detrás de ella)
Voy a ver.

Luis se mete detrás de un gran cortinón. Mientras, ella se acerca a la puerta y mira por la mirilla.
Siguen los RUIDOS. Elisa se separa de la puerta y la abre de golpe. Tratando de abrir la puerta sin conseguirlo está nuestro conocido Coronel de Infantería de Marina.

CORONEL INFANTERÍA MARINA
(Completamente borracho)
Hoom-bre... Poo-oor ffinnn...
ELISA
(Con expresión de indignada)
¡Alfonso! ¡Pero mira cómo vienes! ¡Por favor!
CORONEL INFANTERÍA MARINA
Han sssi-dddo... sooo-loo... unas copi-tasss...
ELISA
Venga, acuéstate, acuéstate, que estás fatal. Mañana hablamos.

El coronel ya no puede ni hablar. Se deja llevar por su mujer hasta la cama, donde cae a plomo. Inmediatamente se pone a RONCAR ruidosamente.
Elisa se asoma al pasillo y no ve a nadie en ninguna dirección. Cierra la puerta y vuelve a buscar a Luis.

ELISA
Puede salir, no hay moros en la costa.

Luis aparece de detrás de la cortina.

LUIS
(Hablando bajito)
¿No debería hablar un poquito más bajo?
ELISA
(Señalando a su marido con la cabeza)
¿Por él? No se preocupe, ni aunque cayera la bomba atómica sobre Gibraltar se despertaría.
LUIS
Ah. Creo que mejor me voy. ¿Ha dicho usted que no hay moros en la costa?
ELISA
Nadie en el pasillo. No parece que lo hayan encontrado.
LUIS
Bueno, me voy.
ELISA
¿Y a dónde va a ir? ¿No sabrán su habitación?
LUIS
Pues no lo sé. Puede que sí. Pero yo debo encontrar a alguien que está en el hotel. Es un asunto importante.
ELISA
Ya... ¿No sabe la habitación? Podría llamar desde aquí.
LUIS
(Cayendo en la cuenta del teléfono)
No, su habitación, no, pero me ha dado usted una idea.

Luis saca su cartera y, de ella, la tarjeta de Ángel Castroviejo. Va hasta el teléfono y marca el móvil que viene en ella. Espera un rato con el auricular en la oreja.

LUIS
(Cabreado, cuelga)
Maldita sea, apagado o fuera de cobertura.
ELISA
Ah, si es un móvil español, aquí en la roca hay muy poca cobertura. Lo siento.
LUIS
(Yendo hacia la puerta)
Bueno, seguiré mi búsqueda por el hotel.

Luis se dispone a abrir la puerta.

ELISA
(Sugerente, acercándose a él)
Es una pena que no tengamos más tiempo para conocernos... Tiene usted algo que le hace interesante...
LUIS
Las circunstancias no son las mejores, la verdad... De todas formas, ¿siempre es usted tan directa?
ELISA
Oh, bueno, a mi edad ya no estamos para entreactos. De todas formas, usted ya me ha visto desnuda. Ya tenemos mucho adelantado.
(Pícara)
LUIS
Hombre, visto así... Bueno, me voy.
ELISA
Una lástima.
(Resignada)
Me llamo Elisa. Tenga, llévesela por si cambia de opinión.
(Le da una llave de su habitación)
LUIS
(Coge la llave, la mira un rato y se la mete en el bolsillo poniendo cara de interesante)
Dos siete siete, bonitos números. Yo soy Luis. Adiós.

Luis sale de la habitación.

No hay comentarios: